OPTIMIZANDO LA LIQUIDEZ DE LAS EMPRESAS
Por: Angelo Rodríguez – Email: arodriguez@cci.com.do
Contralor CCI Puesto de Bolsa, S.A.
30 de junio de 2021
Es muy común ver cómo las empresas mantienen la disponibilidad de su liquidez en cuentas corrientes o de ahorro, lo cual les permite a éstas enfrentar sus necesidades de corto plazo, tales como: reposición de inventarios, obligaciones con suplidores, pago de nómina e impuestos, entre otros. Es además normal que en algún lapso de tiempo esa liquidez pueda superar a estas necesidades dando cierta holgura para destinar estos fondos a un tipo de ahorro de más largo plazo, como una provisión o para capturar alguna posible oportunidad de negocio.
Aunque el mantenimiento de una elevada liquidez (superávit) podría parecer en un principio como únicamente ventajoso, pues permite hacer frente a estas transacciones ordinarias de la actividad de la empresa, así como a cubrir necesidades imprevistas o acometer nuevas inversiones sin necesidad de buscar fuentes de financiación externas, no necesariamente tiene que ser así. Basta en este sentido con pensar, por ejemplo, en el costo de oportunidad de fondos o recursos ociosos para replantearse tal afirmación.
Para empresas desarrolladas que cuentan con el equipo de profesionales especializados y con una adecuada infraestructura organizacional, tomar estas decisiones se convierte en una tarea cotidiana y no representa un esfuerzo adicional dentro de su operatividad. Sin embargo, a las PyMES les puede resultar un reto hacer frente a decisiones como estas, al tener que enfrentarse a cuestionamientos como: ¿Podemos determinar cuánto es nuestra liquidez disponible?, ¿Podemos determinar los lapsos de tiempo en los cuales contaremos con esta?, ¿Es una cuenta corriente o de ahorro el instrumento más adecuado para colocar estos fondos? Y lo que pudiera ser más importante, ¿Quién se encarga de responder a estas preguntas?.
Darle respuestas a estas preguntas puede marcar la diferencia entre contar con fondos ociosos u obtener algún rendimiento por estos, y quien sea encargado de tomar esta decisión deberá informarse de todas las opciones disponibles en el mercado, asegurando de esta forma maximizar el rendimiento de estos recursos.
En el mercado de valores de la República Dominicana podemos encontrar instrumentos de inversión de renta fija y renta variable. En la renta fija tenemos los bonos de gobierno y los corporativos, donde ambos se pueden denominar en DOP o USD. También en la renta fija se puede invertir en instrumentos estructurados que permiten más flexibilidad a la inversión, permitiendo definir el plazo y periodicidad de los flujos. Por otro lado tenemos la renta variable donde podemos encontrar todos los tipos de fondos mutuos y fideicomisos que existen actualmente en el país, tales como Fondos de Renta Fija, Fondos Inmobiliarios, Fondos de Sociedades, Fideicomisos Inmobiliarios, y Fideicomisos Accionarios. Como se puede observar, el mercado dominicano ofrece una gran variedad de productos de inversión para todos los perfiles de clientes a corto, mediano, y largo plazo.