FINANZAS CONDUCTUALES: Una mirada psicológica al mundo de las finanzas

Por: Rosaura De La Cruz – Email: rdelacruz@cci.com.do
Analista de Riesgos y Finanzas Corporativas – CCI Puesto de Bolsa, S.A.

30 de diciembre de 2021

Los paradigmas de las finanzas modernas han llegado para transformar o convivir con muchos de los postulados y axiomas de la teoría financiera tradicional, este es el caso de las finanzas conductuales (behavioral finance, por su denominación en inglés). Las finanzas conductuales son, en esencia, el estudio de la influencia de la psicología y la sociología en el comportamiento de practicantes financieros y el efecto subsecuente que estos tienen en los mercados (Shiller, 2003). 

Diversas teorías de las finanzas tradicionales asumen el supuesto ampliamente conocido de que los agentes económicos se comportan como agentes racionales absolutos, es decir, procesan de forma correcta toda la información disponible en los mercados y en función de estas, realizan decisiones óptimas. Las finanzas conductuales, por su parte, sugieren que existen sesgos emocionales y cognitivos en la toma de decisiones de los inversionistas y que esto se incorpora al proceso de formación de precios. Para este campo de las finanzas, los inversionistas son parcialmente racionales, no poseen información perfecta sino limitada y muchas de sus decisiones son motivadas por sus cargas emocionales. 

Para tratar de explicar los efectos de los factores emocionales y sociales en la toma de decisiones financieras, las finanzas conductuales basan sus estudios en diversas teorías y sesgos cognitivos. A grandes rasgos, los principales son:

Teoría de la racionalidad limitada 

Según la teoría, los agentes económicos están limitados por la información disponible, la limitación cognoscitiva de la mente humana y el tiempo disponible para la toma de decisiones. Es decir, no poseen la capacidad ni los recursos para llegar a una solución óptima, en consecuencia, simplifican sus opciones disponibles y ejecutan sus decisiones, por lo que el proceso no conlleva una solución óptima, sino una solución satisfactoria.

Teoría de las prospectivas

La teoría fue acuñada por los psicólogos y premio Nobel de Economía,  Daniel Kahneman y Amos Tversky, en la revista económica “Econométrica” de 1979. Sugiere que los individuos generalmente poseen aversión al riesgo, o sea,  las personas son propensas a preferir un resultado seguro frente a un juego o una inversión, con un valor esperado igual o mayor, debido a que las personas evalúan las expectativas del valor subjetivo de sus resultados.

Para ilustrar este concepto podemos utilizar el siguiente ejemplo: Supongamos que realizamos una apuesta con el lanzamiento de una moneda, sin posibilidad de repetir el lanzamiento, en caso de que el resultado sea cara, el apostante gana DOP 2,000,000.00, pero si sale cruz pierde DOP 1,000,000.00.

La respuesta racional sin tomar en cuenta las preferencias por el riesgo, sería aceptar la apuesta, debido a que el valor esperado es positivo, sin embargo, la evidencia empírica muestra que algunas personas rechazan la apuesta, porque el miedo a perder DOP 1,000,000.00 es más intenso que la felicidad que podría generar ganar DOP 2,000,000.00, por lo que podemos concluir, que las pérdidas pesan más que las ganancias y a esto se le conoce como aversión a la pérdida o al riesgo.

Además de estas teorías, existen sesgos cognitivos, que distorsionan la percepción de la realidad y producen desviaciones en el procesamiento de la información.  Los más importantes y sistemáticos sesgos del comportamiento que caracterizan a los agentes económicos en los mercados financieros, son: el efecto arrastre, sucede cuando las personas siguen los comportamientos de la multitud o de un agente considerado guía, punto ciego, la tendencia de no reconocer los propios prejuicios, sesgo de confirmación, consiste en la tendencia de buscar o interpretar la información de manera que confirme las ideas preconcebidas, exceso de confianza, avaricia, pensamientos cuasi mágicos, conductas culturales, trastornos de personalidad, etc.

En la próxima entrega platicaremos sobre algunas fricciones del mercado local que podrían sugerir  conductas de racionalidad limitada en el proceso de formación de precios, acompañado de un análisis empírico que contrasta la realidad versus el comportamiento frente a un escenario de “mercado eficiente”.

Biografía Consultada:

Kahneman, D. y Tversky, A. (1982). Judgment under uncertainty: Heuristics & biases. Cambridge, UK, Cambridge University.

Kahneman, D. y Tversky, A. (1982) Psicología de las Preferencias. Revista Investigación y Ciencia, (66), 100-106.

Malkiel, B. G. (1973). A random walk down Wall Street. Estados Unidos: W. W. Norton & Company, Inc.

Shiller, R. J. (2003). From Efficient Markets Theory to Behavioral Finance. The Journal of Economic Perspectives, 17(1):83-104.

Simon, H. A. (1957). Models of man: social and rational; mathematical essays on rational human behavior in a social setting. Wiley, New York.

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