Durante estos primeros meses del año observamos como la actividad de trading aumentó significativamente con respecto a los últimos meses del año 2018. Este comportamiento responde principalmente a que la FED anunció que ejecutará un proceso más gradual durante el presente año con respecto a su política monetaria, lo que originó un aumento importante en la disposición de los compradores por aumentar el riesgo con activos emitidos por economías emergentes como la nuestra. Esta tendencia se extendió al plano local, donde los activos subastados por el Ministerio de Hacienda y Banco Central han gozado de una demanda interna extraordinaria. De hecho, en estos dos meses del año el Ministerio de Hacienda logró colocar nada mas y nada menos que DOP 42.28 mil millones, lo que representa aproximadamente un 60% de lo presupuestado para financiarse a través del mercado de capitales local.
La liquidez del sistema financiero ha mostrado algo de volatilidad durante el mes de febrero producto de diferentes factores como los vencimientos y pago de cupones de bonos del BCRD, a las operaciones de contracción y expansión monetaria realizadas a través del Banco Central, así como por operaciones de compra y venta de divisas realizadas por el mismo organismo anteriormente mencionado, para normalizar la dispersión de la tasa de cambio. Se espera que la liquidez aumente aproximadamente DOP 10 mil millones producto del vencimiento un bono del BCRD el 22 de febrero, sin embargo dicho organismo ya convocó una subasta para el próximo 19 de febrero con miras a contrarrestar los efectos de dicha liquidez.
Como se ha podido observar en los últimos años el gobierno dominicano emite bonos en el mercado local y en el mercado internacional. Estas emisiones son realizadas tanto por el Ministerio de Hacienda como por el Banco Central de la República Dominicana. Ambos emisores tienen estrategias o necesidades distintas para emitir.
En el artículo anterior hablamos de los retos que tiene nuestro mercado para realizar una emisión de acciones. Enfocamos este primer artículo en los retos que tiene para las empresas desde la óptica de los inversionistas y de los propios emisores. Como los temas culturales y como la experiencia bursátil que existe tanto en los inversionistas como en los empresarios ha limitado la existencia de estos productos. Sin embargo, existen unos retos regulatorios que también han influido en la limitada dinámica que tienen las emisiones de acciones en nuestro país. Veamos a continuación cuáles temas regulatorios existen.
La actividad de trading durante el mes de noviembre, ha sido similar a la observada en los años anteriores, donde en los últimos dos meses del año se reduce de forma significativa los volúmenes de trading del mercado doméstico. De acuerdo a las cifras arrojadas por Cevaldom en su reporte de operaciones liquidadas, tanto bursátiles como extrabursátiles, dicho rubro alcanzó un total de DOP 151.8 mil millones durante el mes de noviembre, mostrando una caída de DOP 76.38 mil millones con respecto al punto más alto del semestre, en julio pasado (DOP 228.1 mil millones). Este comportamiento responde principalmente a pérdida de liquidez de los valores que se evidencia en que el spread entre el bid y el offer se ha ampliado, producto de una menor disposición de los compradores a aumentar su exposición a riesgo riesgo dentro del balance.
Esta pregunta es muy común entre todos los participantes del mercado. ¿Por qué nuestro mercado se ha desarrollado con las emisiones de renta fija (Bonos) y no con las emisiones de renta variable (acciones o fondos)? La mayoría de los mercados desarrollados del mundo han iniciado con emisiones de acciones. ¿Por qué nuestro mercado se desarrolló de manera distinta? Existen varias teorías que pueden explicar este fenómeno: un tema de educación/experiencia en inversiones, un tema cultural y temas regulatorios. Vamos a analizar en este artículo los retos culturales y la experiencia que a mi parecer han incidido sobre este desarrollo.
Este artículo abordaremos lo que entendemos son los aspectos principales que un inversionista debe evaluar antes de invertir en un instrumento de renta variable. Lo haremos pensando en que el inversionista se encuentra frente a la posibilidad de invertir en instrumentos de patrimonio.
La Ley del Mercado de Valores 249-17 como también la primera Ley 19-00 le asignan a la Superintendencia del Mercado Valores la responsabilidad de regular y promover el mercado de valores en la República Dominicana. Este rol asignado a la SIMV es un rol compartido con todos los participantes del mercado. Sin embargo, el rol del gobierno para el desarrollo del mercado es de vital importancia. Muchos piensan que el gobierno es quien debe de trazar las pautas y dar el primer paso en el mercado para que los demás participantes se involucren de forma inmediata. Otros piensan que la función del gobierno debe de ser únicamente de facilitar el camino con legislaciones y regulaciones adecuadas y adaptadas a las mejores practicas para que el sector privado sea quien desarrolle el negocio. Personalmente creo que ambas teorías son validas y que un mercado necesita de ambas funciones para que se desarrolle de forma rápida y eficiente.
El Mercado de Valores Dominicano apenas tiene 18 años desde que formalmente se promulgó la primera Ley que regula y crea el mercado y sus participantes. El año pasado fue promulgada la Ley 249-17 que tiene como objetivo recoger todo lo aprendido en los 17 años que duró la Ley anterior y mejorar muchos aspectos de la misma para poder continuar el desarrollo del Mercado. Cada mercado tiene su propia historia y se desarrolla de una forma particular a su situación y cultura. Nuestro mercado nació y se desarrolló a través de emisiones de bonos o deudas tanto del gobierno como de empresas privadas. Los dominicanos han visto en el mercado una herramienta de inversión distinta, que ofrece buenas rentabilidades con excelentes niveles de seguridad y transparencia. Sin embargo, durante estos 18 años hemos tenido pocas opciones para los inversionistas a pesar de la necesidad latente y continua de financiamiento por parte de las empresas y de proyecto.
La mayoría de los mercados nacen con emisiones de acciones o de renta variable. Nacen con la necesidad de capitales que tienen las empresas para desarrollar sus modelos de negocios, pero también por la necesidad de los inversionistas de multiplicar sus capitales a través de alternativas de inversiones distintas. Nuestro país nació con las emisiones de bonos o renta fija. Este fenómeno se produce tal vez por nuestra cultura o tal vez por temas coyunturales de las necesidades de financiamiento del gobierno o tal vez porque las regulaciones actuales son excluyentes y no permiten de forma fácil y rápida la incursión de las empresas en el mercado. No importa cuales sean las razones, nuestra realidad es que estamos limitados a los bonos.
Muchas personas atribuyen la baja penetración que tiene el mercado de valores en las empresas dominicanas a la baja transparencia de las mismas o a la estructura de gobierno de éstas debido a que en su mayoría son empresas familiares. Yo pienso, que existen otros factores adicionales a éstos que han impedido la penetración del mercado a las empresas. Hace poco tiempo nacieron los fondos de inversiones y los Fideicomisos de Oferta Pública que ofrecen productos de renta variable y que deben de cambiar la historia y el comportamiento que hemos tenido a la fecha. Pero aún nos queda mucho trabajo por hacer no solo con las regulaciones del mercado pero también con la educación bursátil al empresario dominicano.
La semana pasada fuimos la sede y anfitrión del primer Foro Internacional del Mercado de Valores de las Américas. En este evento pudimos compartir experiencias con emisores y estructuradores del mercado de valores de varios países de América Latina. Este evento nos ayuda a entender como otros países con economías y características similares han desarrollado sus mercados. Qué tipo de productos se han desarrollado, bajo qué plataformas, qué tipo de regulación han diseñado para este desarrollo, etc. Para que el mercado de valores se desarrolle debemos de contar con una buena regulación que permita e inclusive que incentive a que las empresas a utilizar el mismo como su fuente de financiamiento. ¿Por qué? Porque el mercado significa desarrollo económico y oportunidades para todos los dominicanos. Con ésto no sólo estaremos apoyando al desarrollo del mercado y de las empresas dominicanas si no también crearemos un camino para la inversión y democratización de los capitales locales. El desarrollo nuestro mercado de valores es necesario e importante para que los fondos de pensiones puedan diversificarse y alcanzar mejores retornos para sus pensionados, para que los inversionistas puedan tener distintas alternativas de inversiones, para que las empresas se puedan capitalizar para el desarrollo de sus proyectos, que el gobierno pueda continuar utilizando el mismo para el financiamiento de sus proyectos, entre otros. Las ventajas de este tipo de acciones para la economía nacional serán incalculables y nos ayudaran con el desarrollo del país que todos soñamos tener.