La Bolsa de Valores II de II
Por José A. Fonseca
martes 7, noviembre 2017
Esta es la secuencia de un artículo homónimo publicado hace quince días. Pido excusas anticipadas porque este será un artículo un poco técnico y estoy a la orden para aclarar cualquier duda que mis queridos lectores tengan por mi email (jfonseca@cci.com.do).
Lo que entendemos representa la segunda oportunidad es la integración de servicios “aguas abajo”, tales como la compensación y la liquidación de las operaciones de compraventa de valores.
Generalmente entendemos como “compensación” a algo que llamamos “neteo”, pero realmente lo que nos referimos es a un sistema que permita efectuar compensaciones simultáneas entre obligaciones recíprocas entre todos los participantes del corro bursátil en el Balance de la entidad compensadora. Esto implicaría que la Bolsa proceda a ejecutar contra sí misma (o contra una cámara de compensación como contraparte central) todas las órdenes propias de los Puestos de Bolsa o por cuenta y orden de clientes de todos los Puestos de Bolsa. Al tener centralizada todas las operaciones del mercado (algo que solo es posible con la renta variable) el departamento de operaciones de la Bolsa de Valores puede calcular exactamente la posición neta compradora y vendedora de cada participante consigo mismo (operaciones cruzadas) o con el mercado (operaciones concertadas), estas posiciones netas compradoras y vendedoras representan los requerimientos de efectivo para pagar las compras netas, al final del día habrán Puestos de Bolsa con posiciones netas compradoras y otros con posiciones netas vendedoras, de tamaños equivalente (las operaciones cruzadas compensan internamente en el Puesto de Bolsa), de forma que todo el efectivo requerido para pagar las compras es recibido dentro del mismo corro por las puntas vendedoras. Cuando un sistema de compensación maneja todas las puntas vendedoras y compradoras puede calcular con precisión lo que cada participante debe aportar (o recibir) en cantidad de efectivo y cantidades de títulos. Ésta es una de las razones por las cuales las liquidación de los valores en las Bolsas no ocurren en el mismo día (lo que llamamos t + 0), debido tomarse un par de días al menos para informar a cada participante para que disponga del efectivo neto y de los valores para cumplir sus compromisos durante el día de liquidación.
Estos procesos requieren, a nuestro entender, la creación de una infraestructura legal de compensación, bien dentro del balance de la Bolsa o, bien como una empresa independiente (o incluso en la Central de Valores), un contrato de compensación entre los participantes y el compensador (idealmente el contrato de cuenta mercantil de valores o cuenta corriente de comercio de otras jurisdicciones), modificaciones reglamentarias que permitan las operaciones de préstamos de valores de renta variable OTC (esto no es un contrato de compraventa que requiera ser negociado en Bolsa y no afecta en modo alguno el proceso de formación de precios)
La compensación es un negocio con potencial de rentabilidad interesante y que agregaría valor a los inversionistas, los Puestos de Bolsa y la Bolsa de Valores al reducir los riesgos de liquidación, los requerimientos de efectivo y los riesgos operativos asociados. Sería un desarrollo en que todo el mercado ganaría.