Bono vs. Certificado Financiero
Por Jorge L. Rodríguez
martes 14, abril 2015
Muchas personas que se acercan a un Puesto de Bolsa a evaluar inversiones suelen cometer el grave error de comparar un bono con un certificado financiero. Es un error que a veces no nos percatamos que cometemos y es simplemente por el hecho que por mucho tiempo el único instrumento de inversión que han evaluado ha sido el certificado financiero.
A través de los años he podido conversar con muchas personas interesadas en invertir en distintos tipos de instrumentos. En la mayoría de los casos estas personas tienen un horizonte de inversión mas allá de un año, sin embargo, al momento de evaluar un bono comparan el mismo con un certificado. Esto hace que muchas personas observan el plazo o fecha de vencimiento del bono y solamente evalúan el tiempo que le falta para su vencimiento en vez de evaluar los aspectos de liquidez, las proyecciones de tasas de interés, y su propio horizonte de inversión.
No voy a entrar en los detalles técnicos del bono que hemos explicado en otros artículos, si no en ciertas diferencias técnicas y practicas del bono y del certificado. El certificado financiero es un instrumento que consta de una tasa y un plazo de vencimiento. El bono tiene unas características distintas tales como el plazo, la tasa de interés o cupón, la tasa de rendimiento a vencimiento, opción de compra (en ciertas ocasiones), fecha de emisión, periodicidad de pago de cupón, entre otras. Todas estas características hacen que el bono se comporte de forma distinta y que se deba de evaluar de una forma distinta al certificado financiero al momento de evaluar una inversión.
Aunque los bonos son instrumentos de deudas emitidos por empresas o gobiernos y los certificados financieros son captaciones realizadas por entidades financieras muchas personas suelen cometer el error de comparar la tasa del certificado con el cupón o el rendimiento a vencimiento del bono.
Los bonos tienen plazos de vencimientos mas largo que los certificados que nos ofrecen en las entidades financieras de nuestro país. Cuando una persona compara un bono con un certificado ambos con vencimiento a un año y los compara bajo los mismos criterios esta obviando muchas características del bono que debe de contemplar para poder hacer un análisis correcto. Lo primero es la liquidez del bono versus la liquidez del certificado. Cuando se abre un certificado este tiene un plazo fijo; en muchas ocasiones el certificado no se puede cancelar antes del tiempo pautado y cuando se puede en casi todos los casos la cancelación anticipada tiene una penalidad asociada. En el caso del bono es distinto. Cuando se adquiere un bono, no importa el plazo, el bono tiene liquidez y precio diario por lo que el inversionista puede optar vender el bono en cualquier momento. Esto no significa que el bono va a tener una penalidad al momento de la venta ni tampoco que se va a generar un beneficio. El precio del bono varia diariamente dependiendo de las condiciones del mercado monetario. En palabras mas sencillas, el valor del bono va a variar dependiendo de cómo estén las tasas pasivas del mercado. Si las tasas suben el valor del bono baja y si las tasas bajan el valor del bono sube. El rendimiento al cual fue adquirido el bono se mantiene siempre y cuando el inversionista mantenga la propiedad del bono hasta el vencimiento; pero si este opta por vender el bono antes del vencimiento el valor pudiera variar. Esta variación pudiera ser a favor o en contra del inversionista.
La compra de un bono debe de ser evaluada tomando en consideración el perfil del inversionista, el horizonte de inversión, la calidad de la emisión, las características de la misma, entre otros. Aquel que conozca el funcionamiento del bono y tome en consideración estos aspectos podrá tomar una decisión informada al momento de decidir si comprar o no un bono como inversión y mas opciones de inversión disponibles para evaluar.